Los problemas de las madres de la modernidad no son que tenemos poco tiempo para ir a hacernos el manicure, que no dormimos las  horas que recomiendan los especialista, que somos “esclavas” de la teta o que quedamos con algunos kilos de más, NO SE CONFUNDAN, no nos trivialicen. Los problemas de las madres de la modernidad son profundos y coyunturales: nos hemos quedado sin tribu, estamos obligadas a institucionalizar a bebés de 3 meses para pagar los gastos, no tenemos apoyo del sistema, no tenemos derechos como colectivo, somos estigmatizadas, culpadas y hasta condenadas ” y quién te mandó a tener hijos” en lugar de valoradas o mínimamente respetadas. No tenemos contención del estado ni ayuda para nuestra reinserción laboral. Las licencias son cuentos de terror que vulneran absolutamente el derecho de los niños a formar un apego seguro con sus madres y que ponen en riesgo la lactancia la cual muchas veces es vista por los otros como una gran carga o un recreito del trabajo, cuando debería verse como un acto humanitario imprescindible y una inversión a futuro para la salud pública. Nuestra labor en el hogar es subestimada cuando debería ser considerada la base de la formación de las sociedades. Esos son los problemas de las madres de la modernidad.

Ana Acosta Rodríguez, Mamá Minimalista