Muchas mamás me escriben absolutamente sobrepasadas porque, en parte, les cuesta muchísimo aprender a delegar, a decir que NO, dejar la autoexigencia extrema atrás y quitarse todas las expectativas irreales de rol.
Queremos ser superheroínas, madres perfectas, ejemplares. Pero llega un momento en el que literalmente explotamos. No hay ser humano perfecto y no hay madre perfecta.
Tenemos que aprender a PRIORIZAR: ¿que es mas importante: llegar 5 minutos tarde a la reunión para quedarme a consolar a mi hijo o salir a las corridas y dejarlo llorando?. ¿Que es mas importante: dejar los platos esta noche en el fregadero y dormir media hora mas o levantarme de pésimo humor como una zombie pero con la cocina brillando?
Aprendamos a pedir y aceptar ayuda. Aprendamos a decir “NO” cuando sea necesario pero también “SI” cuando nos ofrezcan una mano. Aprendamos a priorizar lo que realmente importa.
Ser vulnerable no nos transforma en débiles, lo que nos debilita es tratar de cumplir con todas las expectativas patriarcales arcaicas.
Texto: Ana Acosta Rodriguez
Copyright © Todos los Derechos Reservados (safecreative.org)